Sintonizando...




Cuerpo, mente,
emociones y espíritu,
los cuatro elementos
de nuestra salud.





¿Has oído hablar del Reiki? Si tu respuesta es NO y comienzo a explayarme con los chakras, la energía o la imposición de manos seguro que inmediatamente pensarás en curanderos, videntes, brujas, echadores de cartas y demás personajes esotéricos...

¡Nada más lejos de la realidad!...

Para empezar voy a informarte de que el Reiki está reconocido como Terapia Alternativa por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2000. Hospitales como el de El Escorial o el Ramón y Cajal de Madrid, trabajan con grupos de voluntarios atendiendo, entre otros, a los enfermos de oncohematología (consulta el estudio realizado)...

Ahora la cosa se va pintando más seria, ¿verdad?

Pero... ¿qué es el Reiki?
El Reiki es una Terapia Energética de Sanación de origen japonés, descubierta por Mikao Usui a principios del siglo XX (1922). Como la mayor parte de la medicina oriental, es una terapia Holística, es decir, que trata las enfermedades no sólo a nivel físico (como en nuestra medicina occidental) sino también a nivel emocional, mental y espiritual.
Para entendernos mejor:
Una persona estresada podría terminar sufriendo úlcera de estómago. Nuestra medicina actual tratará los síntomas físicos de la dolencia hasta curarla pero, si la razón de su estrés no es descubierta y tratada, la úlcera volverá a aparecer sin perder tiempo. Y las razones del estrés, todos lo sabemos, pueden tener un origen muy diverso: problemas personales, laborales, de pareja o, incluso, de traumas infantiles no tratados.
¿Una Terapia Energética? De que me estas hablando...
Todos los seres vivos tenemos energía, desde la célula más pequeña hasta el planeta Tierra girando alrededor del sol. En cada uno de nosotros existe una Energía Vital (KI) capaz de mantener armonía dentro de nosotros, y a nivel universal existe una energía superior capaz de armonizar a toda la creación, esa energía se conoce como Reiki (REI-Universo, KI-Energía Vital).

Al igual que tenemos un sistema circulatorio o un sistema nervioso, nuestro cuerpo también tiene un sistema energético (bastante poco estudiado en nuestra medicina, por cierto). La terapia energética utiliza este sistema del cuerpo humano para gestionar la energía y asegurar su correcto funcionamiento. El Reiki, como terapia, utiliza la Energía Vital Universal no sólo para armonizar, sino para sanar a todos los niveles.
Otro ejemplo:
El corazón bombea la sangre por todo nuestro cuerpo del mismo modo, nuestros centros de energía (también llamados chakras) regulan el flujo de energía por los distintos órganos para que estén equilibrados y en armonía.
La tendencia natural de nuestro cuerpo es la salud, pero factores externos (enfermedades, accidentes, ...) o internos (estrés, traumas, pérdidas o rupturas emocionales, etc.) pueden desequilibrar nuestro sistema energético y dar lugar a peores dolencias (como he explicado en el ejemplo de la úlcera) o a demorar la obtención de resultados en los tratamientos médicos convencionales.

Un terapeuta de Reiki sirve de canal para que nuestra propia energía entre en contacto con la energía vital del universo y, tu propio cuerpo, se cure a sí mismo o ayude a tu tratamiento a ser más efectivo.

Es por esto que el término Terapia Alternativa le gusta tan poco al Maestro de Reiki, que insiste en aclarar que es COMPLEMENTARIA a los medicamentos y tratamientos de nuestros doctores. 

Vaya rollo me estás contando... Pero, ¿de verdad esto funciona?
Para empezar, el Reiki produce un alivio rápido de los dolores físicos, además de relajarnos y subir las defensas de nuestro organismo. Mueve las emociones para conseguir reequilibrio, paz y relajación; y a nivel mental nos ayuda a algo fundamental en estos tiempos tan locos que vivimos: calmar nuestra mente. Todos estos puntos son fundamentales en nuestro día a día y, sobre todo, cuándo nos enfrentamos a enfermedades con tratamientos largos e invasivos.

Si ya queremos profundizar aún más en el YO espiritual, el Reiki desarrolla nuestra intuición, ayuda a conectar con nuestros guías y a reafirmar nuestros propios principios y creencias.


Estamos hablando de una terapia que no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios; compatible con cualquier otro tratamiento médico. No requiere ningún tipo de manipulación ni masaje, simplemente una imposición de manos. Además, cualquiera puede recibirlo sin importar edad, condición, estado de salud... 

Me parece interesante... ¿Puedo yo aprender Reiki?
Al igual que para recibirlo, cualquiera puede convertirse en un canal de Reiki. No tiene filosofía ni religión, ni necesita largos periodos de aprendizaje. Tras la primera sintonización ya eres un canal de energía y puedes empezar a aplicarla inmediatamente y para el resto de tu vida.
Todos estamos conectados desde nuestra concepción pero alrededor de los siete años, cuándo empezamos a aprender a ser independientes, cerramos el canal. En eso consiste la sintonización, en abrir el canal de nuevo.
No es necesario conocer el diagnóstico médico de un paciente para aplicar Reiki de manera exitosa. Por otro lado, no supone una pérdida de energía propia (KI) del terapeuta o del paciente ya que en todo momento se está canalizando la Energía Universal, que es ilimitada; este hecho convierte al terapeuta en receptor de esa energía y, al igual que el paciente, también se beneficia del tratamiento.

Puedes aplicar Reiki a enfermos y sanos, a TI mismo, a bebes y a abuelos. También a animales, plantas, alimentos, agua...


IN-SITU...
Cómo me gusta involucrarme, contacté con “Reiki, Rincón de Sanación” que imparten cursos en el Centro Shen de El Escorial. Yo soy de las incrédulas, de las de “ver para creer” como dijo Santo Tomás. Aunque ya sabía de las bondades de esta terapia, no quise perder la oportunidad que se me brindaba para estudiar el tema “in situ” y, por fin, entender qué era el Reiki y qué podría hacer por mi.

Montse Carracedo lleva enganchada al Reiki desde el 2009. Realizó su primer curso y no paró hasta conseguir su Maestría el pasado mes de Febrero. No sólo ha trabajado como terapeuta desde su iniciación, también ha sido voluntaria de la Fundación Sauce en el Hospital Ramón y Cajal, en la planta de Oncología. Ahora pone su ilusión en juntar voluntarios para visitar las residencias cercanas ayudando a los mayores a sentirse mejor.

- Estudié Turismo y estuve trabajando en una empresa muy conocida durante muchos años. En un momento determinado pasé por problemas laborales y el Reiki me cambió el chip, de tal modo, que me dediqué a él en cuerpo y alma... Para mí fue cumplir un sueño, ya que siempre desee poder trabajar en algo en lo que pudiese poner mi corazón.

Lo primero que quiero destacar de ella es su vitalidad y sus ganas de compartir su experiencia. No lo dudó cuando le propuse escribir este artículo y me invitó a presenciar la primera parte del curso para familiarizarme. Así que me puse en marcha y madrugué el sábado (algo no muy habitual en mí) para asistir al curso.

La cita fue en el pasado fin de semana, en el citado Centro Shen; no puedo evitar comentar la paz que se respiraba allí, la “buena honda” que invadía cada rincón. Llegué media hora antes del comienzo y allí me recibieron Montse y su suegra, que acudía en calidad de alumna en reciclaje, ya que es Terapeuta de nivel II.

- Yo cuido a una señora con más de 90 años y por supuesto que le trato con Reiki...- me comentaba entre risas - Hay días ¡que tiene más energía que yo misma!

Poco a poco comenzaron a llegar los asistentes al curso. Personas de entre 20 y 60 años de edad y con todo tipo de profesiones: administrativa, abogada, filóloga, osteópata, peluquera canina, empresario de mantenimiento... La mayor parte ha tenido contacto con el Reiki a través de amigos y conocidos; algunos, han asistido a las charlas informativas que imparte Montse, gratuitamente, en la ecotienda “La huerta verde” en Valdemorillo. La propia dueña de “La huerta verde” asiste en esta ocasión al curso.


- Siempre me ha horrorizado hablar en público y gracias al Reiki, lo voy superando y cada vez me resulta más fácil impartir las clases - comentaba Montse entre los asistentes – ya casi no tartamudeo, jajajaja...

Y el curso comenzó. Y, de momento, sólo voy a comentaros que en el primer descanso, entusiasmada, me lo pensé mejor y me apunté directamente para poder completarlo. Sólo sabía que, al terminar el día, mis canales tenían que estar abiertos SI o SI; no sé si será casualidad o causalidad, pero siempre he pensado que las cosas suceden cuando tienen que suceder, en el momento justo; y este ha sido el momento justo para abrir mis canales a la Energía Universal.

Y digo “de momento” porque lo sucedido durante aquel curso y lo que irá sucediendo cada día cuando practique os lo contaré más adelante.

¡Lo siento, tendréis que esperar a la segunda parte de este reportaje para enteraros!



Si quieres recibir información sobre las charlas, cursos o prácticas que realiza Montse, puedes escribir a: reiki.sierra@gmail.com o consultar su web: www.reikirincondesanacion.blogspot.com 



La continuación de este reportaje, pincha aquí...


2 comentarios:

  1. La mejor terapia que he probado!!. Energía física, mental y emocional, "todo va como tiene que ir", ahora sí que lo puedo decir ;). Os lo recomiendo...
    El artículo expresa exactamente lo que ha sido la experiencia, TE FELICITO PAZ! Gracias por tus palabras! Besitos a todos los Reikianos! Sole.

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  2. Yo también me he iniciado en reiki hace dos meses. Nadie me había hablado de esta terapia pero desde que la descubrí,supuestament por casualidad, sabía que tenía que probarla y estoy encantada de haber elegido este camino. Acudo cada semana a sesiones en grupo donde todos recibimos y damos reiki. La gente es de lo más normal y variada en cuanto a edad y origenes, pero nada de gente rara como se puede pensar alguno. Os lo recomiendo, de verdad. Es una terapia totalmente inocua y solo os va a aportar cosas buenas.
    Me encanta como la describes, de hecho, me guardo este enlace por si algún día quiero explicarle a alguién qué es el reiki y no me salen las palabras.

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