Sintonizando... II Parte

La primera parte de este reportaje, pincha aquí...



Cuerpo, mente,
emociones y espíritu,
los cuatro elementos
de nuestra salud.




Concluir este reportaje va a resultar tarea complicada por 2 razones:
  1. Me debato entre la ética periodística y la experiencia vivida. Mi cabeza me lleva a limitarme a informar de los hechos para que cada cual saque sus propias conclusiones, mientras mi corazón me insta a compartir los momentos vividos sin cortapisas…
  2. Esta experiencia no ha hecho más que empezar. En unas semanas realizaré mi nivel II de Reiki y espero ese hecho con ansia y alegría… Si no fuera por la falta de tiempo me propondría escribir un serial para compartir con vosotros esta maravillosa vivencia.
En cualquier caso, espero encontrar un equilibrio y, si en algún momento me dejo llevar por el corazón, espero que sepáis disculparme.

El curso de Reiki…

Montse nos recibe en el Centro Shen de El Escorial con una sonrisa y el desayuno preparado: galletas y té de “La huerta verde”, una pequeña degustación de productos ecológicos.

Primera toma de contacto con los asistentes al curso: presentaciones, motivaciones, expectativas… 9 desconocidos dispuestos a compartir un día entero rumbo a lo desconocido.

Sería porque todos somos buena gente, por la paz que se respiraba en el Centro Shen, por las ganas de compartir de Montse o por todo ello a la vez; el caso es que desde el primer momento el buen rollo se palpaba en el ambiente.

La primera parte del curso, como suele ser habitual, es completamente teórica: chakras, centros energéticos, auras, etc. Montse nos contó la historia del Reiki, cómo funciona, su propia experiencia… Aunque insiste en que lo suyo no es hablar en público, no puede evitar contagiarnos su entusiasmo hasta el punto que, en el descanso de media mañana, ya estábamos todos deseando empezar a practicar lo aprendido. Y digo todos porque, como ya os adelanté en la primera entrega de este reportaje, yo también decidí quedarme y realizar el curso con todos los que, en ese momento, se convirtieron en mis compañeros.

Después del pequeño descanso y unas cuántas explicaciones más, Montse comenzó con las sintonizaciones. Para explicarlo sencillamente, la sintonización es la apertura de los canales energéticos para poder recibir la energía vital universal que nos ayudará a sanarnos y nos permitirá canalizar esa energía para transmitirla a los demás a través de una imposición de manos.


La pequeña ceremonia, que dura alrededor de un par de minutos, se va celebrando individualmente. Decidí esperarme hasta el final para poder grabar a mis compañeros y preguntarles sobre sus primeras impresiones. Debo reconocer que ver a Montse haciendo gestos raros alrededor de cada unos de mis compañeros me resultó curioso e intrigante. Cuándo me tocó el turno, esperaba sentir algo durante el proceso, o al menos, sentirme diferente al terminar; al fin y al cabo, que te abran un canal que lleva la mayor parte de tu vida cerrado tiene que notarse, ¿no?

Sentada en aquella silla, cerré los ojos y me dejé llevar por el mantra que sonaba de fondo, dejando a Montse con su ritual como si de una danza se tratase. Supe que había terminado cuando sentí su beso en mi cabeza y, al igual que el resto de mis compañeros, me levanté y me dirigí a una de las camillas para comenzar a practicar Reiki.


El tacto es uno de los sentidos que más nos une a los demás. Un roce puede estremecerte de deseo o hacerte sentir el rechazo más absoluto hacia el receptor. Tocar a otra persona, de alguna manera, te une más a ella y, de alguna manera, ese grupo de desconocidos compartimos un almuerzo como si de un grupo de amigos se tratara, intentando conocer más detalles de aquellos, hasta entonces, extraños.

El descanso para comer se me hizo, de algún modo, interminable. Mi deseo de continuar con aquel aprendizaje era tan grande que nublaba mis ganas de conocer un poco más a mis compañeros… De algún modo, sabía que aquella no sería la última vez que estaríamos juntos.

La tarde comenzó con una sorpresa. María Saiz, del Centro Shen, nos obsequió con una maravillosa meditación con cuencos tibetanos, una experiencia de lo más interesante. El sonido de los cuencos te hace vibrar literalmente, transportándote a un estado que sólo puedo describir como “cuasi-nirvana”.


Una segunda meditación guiada por Montse nos terminó de relajar hasta que algún ronquido perdido por aquella sala nos hizo controlar las ganas de reír a más de uno.

La última parte de la clase, después de una breve explicación más, volvimos al sano ejercicio de darnos Reiki. Este fue mi turno de recibirlo. No sabría deciros cuántas manos tuve repartidas por todo el cuerpo pero sí que puedo aseguraros lo especial que fue sentir todo la energía que mis compañeros me transmitían. Y, sobre todo, la sensación de cariño que poco a poco me inundaba. Porque sí, cuando das Reiki, das amor…

La crisis de sanación…

Cuando recibes una sesión de Reiki o eres sintonizada en alguno de los niveles, tus centros de energía se equilibran, lo que provoca que tu cuerpo comience a sanarse. Este proceso de “limpieza” dura aprox. 21 días durante los cuáles, puedes tener alguna molestia (esto no es una ciencia exacta, hay quien tiene la crisis de sanación al cumplir los 21 días y quien la tiene al día siguiente).



Mi crisis de sanación ha pasado por un par de llantinas y algunas molestias gástricas.

Prácticas, Reiki en el Maratón y más prácticas…

Casi todos los sábados, Montse organiza prácticas de Reiki en La Huerta Verde de Valdemorillo. Allí nos reunimos alumnos de diferentes cursos y niveles para compartir experiencias, resolver dudas y, lo más importante, practicar Reiki.


Estas reuniones también son un punto de encuentro para todos aquellos que quieran descubrir este método de sanación tan especial.

Y con ese afán de llevar el Reiki a todos, el pasado 10 de Septiembre nos reunimos en la calle para dar Reiki a los participantes de la Maratón de Valdemorillo que lo desearan.

Los efectos de Reiki…

Vamos al “meollo”, a la respuesta a esa pregunta que todos os estáis haciendo a estas alturas: Y entonces qué, ¿esto funciona?

Empecemos por la salud física. Desde que hice el curso he notado diversas mejorías en mi estado habitual (y ahora me voy a poner más profesional):
  • Notable disminución de la retención de líquidos, lo que ha favorecido la pérdida de volumen y ha mejorado la circulación de mis piernas.
  • Notable disminución de los dolores menstruales.
  • Alivio de dolor (cabeza, muelas).
  • Cicatrización de heridas más rápida.

    Con respecto a la parte emocional, y permitidme que ahora sea más personal, no he solucionado los problemas que tenía pero debo admitir que me enfrento a ellos con otro talante y sólo eso, los hace más llevaderos. Estoy mucho más animada que hace unos meses y me enfrento al futuro con ilusión, reconozco que me resultaba bastante difícil últimamente.

    En cuanto a la mente, también es cierto que en los últimos 2 meses todo me parece mucho más claro, lo que me permite tomar decisiones que llevaba tiempo demorando y, por cierto, bastante acertadamente. Tengo la creatividad a tope y las nuevas ideas fluyen de mi cabeza sin freno.

    Espiritualmente, estoy reencontrándome con amigos y familia a los que hace muchísimos años que no veía y eso me está enriqueciendo mucho. También estoy volviendo a reencontrarme conmigo misma, que andaba un poco perdida, y eso era algo que necesitaba.

    Ya se que muchos de los que estéis leyendo estas líneas pensaréis que todo pueden ser casualidades y que mi mente calenturienta lo atribuye al Reiki. Yo prefiero pensar que son “causalidades”…

    Conclusiones…

    Sólo puedo sentirme afortunada de que el Reiki haya entrado en mi vida.

    Cuándo asisto a las prácticas me gusta, durante instantes, observar a todos mis compañeros; veo tanto amor en esa sala, aun a riesgo de parecer ñoña, pero no puedo explicarlo de otra manera.

    Practicando el envío de Reiki a distancia

    Lo cierto es que siempre hay alguien nuevo y, la sonrisa con la que nos saludamos al llegar, se transforma en abrazos de despedida cuando terminamos la sesión; me parece muy gratificante ser capaz de dar tu cariño aun sin conocer al receptor y me siento orgullosa de haber participado.

    Llegados a este punto, no puedo más que recomendaros asistir a las prácticas de los sábados para experimentar, in-situ, lo que es el Reiki… ¡no podrás probar sólo una! ;)


    A mis nuevos amigos Reikianos…

    Montse, gracias por tu cariño y tu entusiasmo, estoy segura que sin ti, este descubrimiento no hubiera sido tan especial. ¡No dejes nunca de repartir amor!


    A todos mis compañeros: quiero agradeceros vuestra colaboración y opiniones para el desarrollo de este reportaje. Ha sido un placer conoceros a todos y espero, sinceramente, que los buenos ratos que compartimos no sean más que el principio de una bonita amistad.

    • Si quieres recibir más información sobre las charlas y prácticas de Reiki que realiza Montse, puedes escribir a: reiki.sierra@gmail.com o consultar su web: www.reikirincondesanacion.blogspot.com


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