¡Galletas, Galletas!




Una diversión familiar o un dulce proyecto laboral...




Siempre me han llamado la atención esas galletas que preparan los americanos en las películas: muñecos de nieve y abetos en navidades o calabazas y calaveras en la fiesta de Halloween. Me parecían una auténtica obra de arte y paciencia, imposible para cocineros aficionados como yo (a pesar de me encantaba hacer tartas cuando era niña).

Cuando hace unas semanas me invitaron a realizar un curso de decoración de galletas, os aseguro que lo último que imaginé, fue que yo también me pondría manos a la obra; mi intención era tomar fotos, vídeo y notas para este reportaje pero yo misma me iba a sorprender.

De ese modo el pasado día 27 de Septiembre, después de comer, me encaminé hacia Collado Villalba para tomar el “postre y el café”...

Dulce Arte es una repostería creativa situada en la calle Madrid (zona de Los Belgas). 

Las tartas y pasteles expuestos en el escaparate me invitaron a entrar impaciente, más a una galería de arte que a una tienda de tartas, pasteles y galletas...

El nivel de detalle en su confección me resultaba asombroso y, una vez más, la máxima "La imaginación al poder" se hizo evidente:



El establecimiento, decorado en tonos morados relajantes, me ofreció una vista muy coquetona de lo que me esperaba aquella tarde.

Todo tipo de utensilios e ingredientes nos dan la bienvenida: fondant, colorantes y sabores, moldes, decoraciones, rodillos de amasar, mangas pasteleras, boquillas.... el paraíso de cualquier loco por la repostería pero, sobre todo, de cualquier loco por la creatividad.

Todo aquí está pensado, para crear la tarta de tus sueños.

Elia Prieto, la propietaria de Dulce Arte, nos recibió tímida, pero con una amplia sonrisa. La hemos pillado terminando de preparar los ingredientes que necesitaremos durante la clase.

Rápidamente, me señala el perchero al fondo de la sala:

- ¿Te gustan los mandiles que acabo de comprar? Pues aprovecha y estrena uno...

Me quedó claro en un momento, que yo también iba a mancharme las manos aquella tarde.

Las compañeras del curso comienzan a llegar y Elia, termina de preparar los puestos de trabajo. Con 35 años, nos cuenta que lleva 2 dedicándose a la repostería creativa.


La primera parte del curso fue teórica. Elia comenzó su explicación enseñándonos a preparar la masa de las galletas y a conocer los tiempos y temperaturas para hornearlas. Y aquí, mi gran descubrimiento: la glasa, que junto con el fondant, son el verdadero secreto para decorar esas tartas y galletas tan chulas. La glasa se hace con clara de huevo y azúcar... mucho azúcar... tanto, que a partir de estas líneas, este reportaje deja de ser apto para diabéticos ;)

Haciendo galletas
Preparando la glasa
En fin, nuestras galletas ya estaban en el horno y teníamos preparada la glasa, así que llegó el momento de ponerse en marcha y comenzar a decorar las galletas. De pronto me vi sentada en mi puesto de trabajo, sin saber qué hacer con la cámara y con las manos en la masa, literalmente.

En cada curso, Elia prepara meticulosamente los puestos de trabajo
Pinceles, palillos, manga pastelera, boquillas de distintos tamaños... casi parecía una repostera profesional, ¡no me faltaba de nada! Sí, también teníamos una taza (ya os dije que aquí me esperaban los postres y el café...).

 

Y, galleta a galleta, nuestra dulce profesora nos enseñó a:

Decorar con fondant: amasar fondant de colores, utilizar un rodillo para decorarlo, recortar y pegar sobre la galleta...

Detalle de la misma galleta decorada con fondant (izda) y decorada con glasa (dcha)

Decorar con glasa: teñir la glasa de colores, elaborar diferentes consistencias y utilizar las mangas y el biberón para la decoración...

Teñimos la glasa de colores... ¡a mí me tocó el azul!

Con diferentes consistencias, llenamos la manga pastelera y el biberón
En estas clase se permite copiar... ;)


Dos tonos de glasa, un palillo y... voila!

Decorar pintando: pintar las galletas con plantillas: pinceles, purpurina comestible de colores... ¡dale rienda a tu imaginación! (con o sin plantillas)...


Sentada en mi puesto de trabajo con todos los utensilios delante de mí, tengo que confesaros que tuve una regresión a mi infancia y a las clases de trabajos manuales (sólo me faltaban las pinzas de la ropa y el pegamento jejeje). Levanté la mirada y la sensación se intensificó viendo a mis compañeras pasando las tijeras o el stencil, amasando el fondant de colores como si fuera plastelina, pintando galletas y pegando siluetas... Reconozco que me divertí mucho.

Se me pegan los dedos... ;)
Entre los asistentes a estos cursos, encontramos quien busca una nueva salida laboral o quien simplemente desea mejorar y/o ampliar sus técnicas culinarias. Es más, si tuviera hijos, no dudaría en montar un par de “tardes dulces” al mes; seguro que disfrutarían de lo lindo pintando, amasando y chupándose los dedos. ¡Un curso para todas las edades!

Mis galletas antes... ¡y después!
Volví a casa con una gran caja, las galletas que había decorado y una gran sonrisa en el rostro. En definitiva, fue una tarde entretenida, divertida y muy, muy dulce ;)


A Beatriz, María y Mari Mar mis compañeras de curso, sin vosotras no hubiera sido tan divertido. Y por supuesto a Elia, por convertirnos en artistas... ¡de la repostería!




Si te interesa encargar tu tarta, adquirir material o realizar cualquiera de los cursos de repostería creativa que se imparten en Dulce Arte, puedes escribir a Elia a: info@dulcearteshop.com o consultar su tienda online: www.dulcearteshop.com





Sintonizando... II Parte

La primera parte de este reportaje, pincha aquí...



Cuerpo, mente,
emociones y espíritu,
los cuatro elementos
de nuestra salud.




Concluir este reportaje va a resultar tarea complicada por 2 razones:
  1. Me debato entre la ética periodística y la experiencia vivida. Mi cabeza me lleva a limitarme a informar de los hechos para que cada cual saque sus propias conclusiones, mientras mi corazón me insta a compartir los momentos vividos sin cortapisas…
  2. Esta experiencia no ha hecho más que empezar. En unas semanas realizaré mi nivel II de Reiki y espero ese hecho con ansia y alegría… Si no fuera por la falta de tiempo me propondría escribir un serial para compartir con vosotros esta maravillosa vivencia.
En cualquier caso, espero encontrar un equilibrio y, si en algún momento me dejo llevar por el corazón, espero que sepáis disculparme.

El curso de Reiki…

Montse nos recibe en el Centro Shen de El Escorial con una sonrisa y el desayuno preparado: galletas y té de “La huerta verde”, una pequeña degustación de productos ecológicos.

Primera toma de contacto con los asistentes al curso: presentaciones, motivaciones, expectativas… 9 desconocidos dispuestos a compartir un día entero rumbo a lo desconocido.

Sería porque todos somos buena gente, por la paz que se respiraba en el Centro Shen, por las ganas de compartir de Montse o por todo ello a la vez; el caso es que desde el primer momento el buen rollo se palpaba en el ambiente.

La primera parte del curso, como suele ser habitual, es completamente teórica: chakras, centros energéticos, auras, etc. Montse nos contó la historia del Reiki, cómo funciona, su propia experiencia… Aunque insiste en que lo suyo no es hablar en público, no puede evitar contagiarnos su entusiasmo hasta el punto que, en el descanso de media mañana, ya estábamos todos deseando empezar a practicar lo aprendido. Y digo todos porque, como ya os adelanté en la primera entrega de este reportaje, yo también decidí quedarme y realizar el curso con todos los que, en ese momento, se convirtieron en mis compañeros.

Después del pequeño descanso y unas cuántas explicaciones más, Montse comenzó con las sintonizaciones. Para explicarlo sencillamente, la sintonización es la apertura de los canales energéticos para poder recibir la energía vital universal que nos ayudará a sanarnos y nos permitirá canalizar esa energía para transmitirla a los demás a través de una imposición de manos.


La pequeña ceremonia, que dura alrededor de un par de minutos, se va celebrando individualmente. Decidí esperarme hasta el final para poder grabar a mis compañeros y preguntarles sobre sus primeras impresiones. Debo reconocer que ver a Montse haciendo gestos raros alrededor de cada unos de mis compañeros me resultó curioso e intrigante. Cuándo me tocó el turno, esperaba sentir algo durante el proceso, o al menos, sentirme diferente al terminar; al fin y al cabo, que te abran un canal que lleva la mayor parte de tu vida cerrado tiene que notarse, ¿no?

Sentada en aquella silla, cerré los ojos y me dejé llevar por el mantra que sonaba de fondo, dejando a Montse con su ritual como si de una danza se tratase. Supe que había terminado cuando sentí su beso en mi cabeza y, al igual que el resto de mis compañeros, me levanté y me dirigí a una de las camillas para comenzar a practicar Reiki.


El tacto es uno de los sentidos que más nos une a los demás. Un roce puede estremecerte de deseo o hacerte sentir el rechazo más absoluto hacia el receptor. Tocar a otra persona, de alguna manera, te une más a ella y, de alguna manera, ese grupo de desconocidos compartimos un almuerzo como si de un grupo de amigos se tratara, intentando conocer más detalles de aquellos, hasta entonces, extraños.

El descanso para comer se me hizo, de algún modo, interminable. Mi deseo de continuar con aquel aprendizaje era tan grande que nublaba mis ganas de conocer un poco más a mis compañeros… De algún modo, sabía que aquella no sería la última vez que estaríamos juntos.

La tarde comenzó con una sorpresa. María Saiz, del Centro Shen, nos obsequió con una maravillosa meditación con cuencos tibetanos, una experiencia de lo más interesante. El sonido de los cuencos te hace vibrar literalmente, transportándote a un estado que sólo puedo describir como “cuasi-nirvana”.


Una segunda meditación guiada por Montse nos terminó de relajar hasta que algún ronquido perdido por aquella sala nos hizo controlar las ganas de reír a más de uno.

La última parte de la clase, después de una breve explicación más, volvimos al sano ejercicio de darnos Reiki. Este fue mi turno de recibirlo. No sabría deciros cuántas manos tuve repartidas por todo el cuerpo pero sí que puedo aseguraros lo especial que fue sentir todo la energía que mis compañeros me transmitían. Y, sobre todo, la sensación de cariño que poco a poco me inundaba. Porque sí, cuando das Reiki, das amor…

La crisis de sanación…

Cuando recibes una sesión de Reiki o eres sintonizada en alguno de los niveles, tus centros de energía se equilibran, lo que provoca que tu cuerpo comience a sanarse. Este proceso de “limpieza” dura aprox. 21 días durante los cuáles, puedes tener alguna molestia (esto no es una ciencia exacta, hay quien tiene la crisis de sanación al cumplir los 21 días y quien la tiene al día siguiente).



Mi crisis de sanación ha pasado por un par de llantinas y algunas molestias gástricas.

Prácticas, Reiki en el Maratón y más prácticas…

Casi todos los sábados, Montse organiza prácticas de Reiki en La Huerta Verde de Valdemorillo. Allí nos reunimos alumnos de diferentes cursos y niveles para compartir experiencias, resolver dudas y, lo más importante, practicar Reiki.


Estas reuniones también son un punto de encuentro para todos aquellos que quieran descubrir este método de sanación tan especial.

Y con ese afán de llevar el Reiki a todos, el pasado 10 de Septiembre nos reunimos en la calle para dar Reiki a los participantes de la Maratón de Valdemorillo que lo desearan.

Los efectos de Reiki…

Vamos al “meollo”, a la respuesta a esa pregunta que todos os estáis haciendo a estas alturas: Y entonces qué, ¿esto funciona?

Empecemos por la salud física. Desde que hice el curso he notado diversas mejorías en mi estado habitual (y ahora me voy a poner más profesional):
  • Notable disminución de la retención de líquidos, lo que ha favorecido la pérdida de volumen y ha mejorado la circulación de mis piernas.
  • Notable disminución de los dolores menstruales.
  • Alivio de dolor (cabeza, muelas).
  • Cicatrización de heridas más rápida.

    Con respecto a la parte emocional, y permitidme que ahora sea más personal, no he solucionado los problemas que tenía pero debo admitir que me enfrento a ellos con otro talante y sólo eso, los hace más llevaderos. Estoy mucho más animada que hace unos meses y me enfrento al futuro con ilusión, reconozco que me resultaba bastante difícil últimamente.

    En cuanto a la mente, también es cierto que en los últimos 2 meses todo me parece mucho más claro, lo que me permite tomar decisiones que llevaba tiempo demorando y, por cierto, bastante acertadamente. Tengo la creatividad a tope y las nuevas ideas fluyen de mi cabeza sin freno.

    Espiritualmente, estoy reencontrándome con amigos y familia a los que hace muchísimos años que no veía y eso me está enriqueciendo mucho. También estoy volviendo a reencontrarme conmigo misma, que andaba un poco perdida, y eso era algo que necesitaba.

    Ya se que muchos de los que estéis leyendo estas líneas pensaréis que todo pueden ser casualidades y que mi mente calenturienta lo atribuye al Reiki. Yo prefiero pensar que son “causalidades”…

    Conclusiones…

    Sólo puedo sentirme afortunada de que el Reiki haya entrado en mi vida.

    Cuándo asisto a las prácticas me gusta, durante instantes, observar a todos mis compañeros; veo tanto amor en esa sala, aun a riesgo de parecer ñoña, pero no puedo explicarlo de otra manera.

    Practicando el envío de Reiki a distancia

    Lo cierto es que siempre hay alguien nuevo y, la sonrisa con la que nos saludamos al llegar, se transforma en abrazos de despedida cuando terminamos la sesión; me parece muy gratificante ser capaz de dar tu cariño aun sin conocer al receptor y me siento orgullosa de haber participado.

    Llegados a este punto, no puedo más que recomendaros asistir a las prácticas de los sábados para experimentar, in-situ, lo que es el Reiki… ¡no podrás probar sólo una! ;)


    A mis nuevos amigos Reikianos…

    Montse, gracias por tu cariño y tu entusiasmo, estoy segura que sin ti, este descubrimiento no hubiera sido tan especial. ¡No dejes nunca de repartir amor!


    A todos mis compañeros: quiero agradeceros vuestra colaboración y opiniones para el desarrollo de este reportaje. Ha sido un placer conoceros a todos y espero, sinceramente, que los buenos ratos que compartimos no sean más que el principio de una bonita amistad.

    • Si quieres recibir más información sobre las charlas y prácticas de Reiki que realiza Montse, puedes escribir a: reiki.sierra@gmail.com o consultar su web: www.reikirincondesanacion.blogspot.com


    Sintonizando...




    Cuerpo, mente,
    emociones y espíritu,
    los cuatro elementos
    de nuestra salud.





    ¿Has oído hablar del Reiki? Si tu respuesta es NO y comienzo a explayarme con los chakras, la energía o la imposición de manos seguro que inmediatamente pensarás en curanderos, videntes, brujas, echadores de cartas y demás personajes esotéricos...

    ¡Nada más lejos de la realidad!...

    Para empezar voy a informarte de que el Reiki está reconocido como Terapia Alternativa por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 2000. Hospitales como el de El Escorial o el Ramón y Cajal de Madrid, trabajan con grupos de voluntarios atendiendo, entre otros, a los enfermos de oncohematología (consulta el estudio realizado)...

    Ahora la cosa se va pintando más seria, ¿verdad?

    Pero... ¿qué es el Reiki?
    El Reiki es una Terapia Energética de Sanación de origen japonés, descubierta por Mikao Usui a principios del siglo XX (1922). Como la mayor parte de la medicina oriental, es una terapia Holística, es decir, que trata las enfermedades no sólo a nivel físico (como en nuestra medicina occidental) sino también a nivel emocional, mental y espiritual.
    Para entendernos mejor:
    Una persona estresada podría terminar sufriendo úlcera de estómago. Nuestra medicina actual tratará los síntomas físicos de la dolencia hasta curarla pero, si la razón de su estrés no es descubierta y tratada, la úlcera volverá a aparecer sin perder tiempo. Y las razones del estrés, todos lo sabemos, pueden tener un origen muy diverso: problemas personales, laborales, de pareja o, incluso, de traumas infantiles no tratados.
    ¿Una Terapia Energética? De que me estas hablando...
    Todos los seres vivos tenemos energía, desde la célula más pequeña hasta el planeta Tierra girando alrededor del sol. En cada uno de nosotros existe una Energía Vital (KI) capaz de mantener armonía dentro de nosotros, y a nivel universal existe una energía superior capaz de armonizar a toda la creación, esa energía se conoce como Reiki (REI-Universo, KI-Energía Vital).

    Al igual que tenemos un sistema circulatorio o un sistema nervioso, nuestro cuerpo también tiene un sistema energético (bastante poco estudiado en nuestra medicina, por cierto). La terapia energética utiliza este sistema del cuerpo humano para gestionar la energía y asegurar su correcto funcionamiento. El Reiki, como terapia, utiliza la Energía Vital Universal no sólo para armonizar, sino para sanar a todos los niveles.
    Otro ejemplo:
    El corazón bombea la sangre por todo nuestro cuerpo del mismo modo, nuestros centros de energía (también llamados chakras) regulan el flujo de energía por los distintos órganos para que estén equilibrados y en armonía.
    La tendencia natural de nuestro cuerpo es la salud, pero factores externos (enfermedades, accidentes, ...) o internos (estrés, traumas, pérdidas o rupturas emocionales, etc.) pueden desequilibrar nuestro sistema energético y dar lugar a peores dolencias (como he explicado en el ejemplo de la úlcera) o a demorar la obtención de resultados en los tratamientos médicos convencionales.

    Un terapeuta de Reiki sirve de canal para que nuestra propia energía entre en contacto con la energía vital del universo y, tu propio cuerpo, se cure a sí mismo o ayude a tu tratamiento a ser más efectivo.

    Es por esto que el término Terapia Alternativa le gusta tan poco al Maestro de Reiki, que insiste en aclarar que es COMPLEMENTARIA a los medicamentos y tratamientos de nuestros doctores. 

    Vaya rollo me estás contando... Pero, ¿de verdad esto funciona?
    Para empezar, el Reiki produce un alivio rápido de los dolores físicos, además de relajarnos y subir las defensas de nuestro organismo. Mueve las emociones para conseguir reequilibrio, paz y relajación; y a nivel mental nos ayuda a algo fundamental en estos tiempos tan locos que vivimos: calmar nuestra mente. Todos estos puntos son fundamentales en nuestro día a día y, sobre todo, cuándo nos enfrentamos a enfermedades con tratamientos largos e invasivos.

    Si ya queremos profundizar aún más en el YO espiritual, el Reiki desarrolla nuestra intuición, ayuda a conectar con nuestros guías y a reafirmar nuestros propios principios y creencias.


    Estamos hablando de una terapia que no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios; compatible con cualquier otro tratamiento médico. No requiere ningún tipo de manipulación ni masaje, simplemente una imposición de manos. Además, cualquiera puede recibirlo sin importar edad, condición, estado de salud... 

    Me parece interesante... ¿Puedo yo aprender Reiki?
    Al igual que para recibirlo, cualquiera puede convertirse en un canal de Reiki. No tiene filosofía ni religión, ni necesita largos periodos de aprendizaje. Tras la primera sintonización ya eres un canal de energía y puedes empezar a aplicarla inmediatamente y para el resto de tu vida.
    Todos estamos conectados desde nuestra concepción pero alrededor de los siete años, cuándo empezamos a aprender a ser independientes, cerramos el canal. En eso consiste la sintonización, en abrir el canal de nuevo.
    No es necesario conocer el diagnóstico médico de un paciente para aplicar Reiki de manera exitosa. Por otro lado, no supone una pérdida de energía propia (KI) del terapeuta o del paciente ya que en todo momento se está canalizando la Energía Universal, que es ilimitada; este hecho convierte al terapeuta en receptor de esa energía y, al igual que el paciente, también se beneficia del tratamiento.

    Puedes aplicar Reiki a enfermos y sanos, a TI mismo, a bebes y a abuelos. También a animales, plantas, alimentos, agua...


    IN-SITU...
    Cómo me gusta involucrarme, contacté con “Reiki, Rincón de Sanación” que imparten cursos en el Centro Shen de El Escorial. Yo soy de las incrédulas, de las de “ver para creer” como dijo Santo Tomás. Aunque ya sabía de las bondades de esta terapia, no quise perder la oportunidad que se me brindaba para estudiar el tema “in situ” y, por fin, entender qué era el Reiki y qué podría hacer por mi.

    Montse Carracedo lleva enganchada al Reiki desde el 2009. Realizó su primer curso y no paró hasta conseguir su Maestría el pasado mes de Febrero. No sólo ha trabajado como terapeuta desde su iniciación, también ha sido voluntaria de la Fundación Sauce en el Hospital Ramón y Cajal, en la planta de Oncología. Ahora pone su ilusión en juntar voluntarios para visitar las residencias cercanas ayudando a los mayores a sentirse mejor.

    - Estudié Turismo y estuve trabajando en una empresa muy conocida durante muchos años. En un momento determinado pasé por problemas laborales y el Reiki me cambió el chip, de tal modo, que me dediqué a él en cuerpo y alma... Para mí fue cumplir un sueño, ya que siempre desee poder trabajar en algo en lo que pudiese poner mi corazón.

    Lo primero que quiero destacar de ella es su vitalidad y sus ganas de compartir su experiencia. No lo dudó cuando le propuse escribir este artículo y me invitó a presenciar la primera parte del curso para familiarizarme. Así que me puse en marcha y madrugué el sábado (algo no muy habitual en mí) para asistir al curso.

    La cita fue en el pasado fin de semana, en el citado Centro Shen; no puedo evitar comentar la paz que se respiraba allí, la “buena honda” que invadía cada rincón. Llegué media hora antes del comienzo y allí me recibieron Montse y su suegra, que acudía en calidad de alumna en reciclaje, ya que es Terapeuta de nivel II.

    - Yo cuido a una señora con más de 90 años y por supuesto que le trato con Reiki...- me comentaba entre risas - Hay días ¡que tiene más energía que yo misma!

    Poco a poco comenzaron a llegar los asistentes al curso. Personas de entre 20 y 60 años de edad y con todo tipo de profesiones: administrativa, abogada, filóloga, osteópata, peluquera canina, empresario de mantenimiento... La mayor parte ha tenido contacto con el Reiki a través de amigos y conocidos; algunos, han asistido a las charlas informativas que imparte Montse, gratuitamente, en la ecotienda “La huerta verde” en Valdemorillo. La propia dueña de “La huerta verde” asiste en esta ocasión al curso.


    - Siempre me ha horrorizado hablar en público y gracias al Reiki, lo voy superando y cada vez me resulta más fácil impartir las clases - comentaba Montse entre los asistentes – ya casi no tartamudeo, jajajaja...

    Y el curso comenzó. Y, de momento, sólo voy a comentaros que en el primer descanso, entusiasmada, me lo pensé mejor y me apunté directamente para poder completarlo. Sólo sabía que, al terminar el día, mis canales tenían que estar abiertos SI o SI; no sé si será casualidad o causalidad, pero siempre he pensado que las cosas suceden cuando tienen que suceder, en el momento justo; y este ha sido el momento justo para abrir mis canales a la Energía Universal.

    Y digo “de momento” porque lo sucedido durante aquel curso y lo que irá sucediendo cada día cuando practique os lo contaré más adelante.

    ¡Lo siento, tendréis que esperar a la segunda parte de este reportaje para enteraros!



    Si quieres recibir información sobre las charlas, cursos o prácticas que realiza Montse, puedes escribir a: reiki.sierra@gmail.com o consultar su web: www.reikirincondesanacion.blogspot.com 



    La continuación de este reportaje, pincha aquí...


    Agenda del buscavidas

    Agenda semanal de eventos recomendados por Los buscavidas:



    Si quieres incluir tus eventos envianos un mensaje a:

    insitu@losbuscavidas.com